Pues no va a ser casualidad que sea la segunda vez que hablo de Neymar en el blog. No es que tenga fijación con Neymar, pero una de las entradas más leídas es la que escribí cuando se operó de anginas. Dejando sus no-amígdalas aparte, ahora tiene paperas y se pierde las dos Supercopas.
La parotiditis viral, o paperas, es una infección salivar frecuente en niños, causado por un paramixovirus con afinidad por el tejido glandular y neural. La transmisión del virus es por contacto directo, por propagación de microgotas o fómites contaminados, y el virus es adquirido a través de la inculación en la mucosa nasal y en el tracto respiratorio superior.
Los síntomas típicos de las paperas son la inflamación de la glándula parótida, uni o bilateral (bilateral lo más frecuente, y retardada varios días), fiebre, dolor de oído y sequedad bucal. Las glándulas submandibular y sublingual se afectan con menos frecuencia. Pero la parotiditis también puede afectar a otros órganos diferentes las glándulas parótidas: epidimo-orquitis y ooforitis, pancreatitis, tiroiditis o afectación del sistema nervioso central, entre otros.
La hipoacusia asociada a la parotiditis es una complicación conocida y poco frecuente en la actualidad. Puede ocurrir antes, durante o después de la infección, incluso en casos subclínicos. La pérdida de audición es brusca, generalmente unilateral, y más frecuente en niños de entre 5-9 años. Por el carácter unilateral, a menudo no es detectada de manera inmediata por los papás o el niño. Habitualmente es moderada-grave e irreversible.
La asociación temporal de la instauración de hipoacusia con la parotiditis es esencial para el diagnóstico, y la Acute Profound Deafness Research Committee (APDRC) ha establecido unos criterios diagnósticos:
Diagnóstico definitivo
La hipoacusia asociada a la parotiditis es una complicación conocida y poco frecuente en la actualidad. Puede ocurrir antes, durante o después de la infección, incluso en casos subclínicos. La pérdida de audición es brusca, generalmente unilateral, y más frecuente en niños de entre 5-9 años. Por el carácter unilateral, a menudo no es detectada de manera inmediata por los papás o el niño. Habitualmente es moderada-grave e irreversible.
La asociación temporal de la instauración de hipoacusia con la parotiditis es esencial para el diagnóstico, y la Acute Profound Deafness Research Committee (APDRC) ha establecido unos criterios diagnósticos:
Diagnóstico definitivo
- Pacientes con signos evidentes de parotiditis e hipoacusia grave durante un periodo de 4 días antes a 18 días después de la aparición de la inflamación glandular.
- Pacientes sin síntomas de parotiditis, pero que tienen un aumento significativo de anticuerpos séricos dentro de las 2-3 semanas después de la aparición de la hipoacusia.
- Pacientes en los que se pueden detectar anticuerpos IgM dentro de los primeros tres meses desde del inicio de la hipoacusia.
- Pacientes en los que se sospecha clínicamente hipoacusia asociada a parotiditis.
Se calcula que la hipoacusia es debido a la invasión directa viral de la cóclea, afectando la estria vasculari, el órgano de Corti, la membrana tectoria y/o la vaina de mielina del VIII par craneal.
En los estudios de huesos temporales de pacientes con sospecha de hipoacusia relacionada con paperas, también se observa un hydrops por fibrosis del saco endolinfático. El virus penetraría en la perilinfa por vía retrógrada, a través de los ganglios linfáticos cervicales y de ahí al líquido cefalorraquídeo. Sin embargo, no parece haber relación entre la meningitis aséptica o la encefalitis postinfecciosa y el desarrollo de hipoacusia. Sí que se puede detectar una hipoacusia neurosensorial transitoria en pacientes con afectación grave del sistema nervioso central.
Los pacientes con hipoacusia asociada a parotiditis pueden tener también vértigo, que al contrario que la hipoacusia tiende a desaparecer, y no parece haber correlación entre el vértigo y la paresia canalicular en la prueba calórica.
Deseo que el caluroso mes de agosto os esté yendo muy bien.
REFERENCIAS:
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