viernes, 23 de septiembre de 2016

Buenas prácticas en el cuidado del oído y "dry mopping"

Una entrada más, os traigo un documento muy interesante que me encontré por casualidad en la red. Se trata de un manual de buenas prácticas en el cuidado del oído, y me pareció lectura muy recomendable para otorrinos, médicos de familia y enfermeros.

Se trata de un documento que aborda de forma global la atención al paciente con problemas de oído, centrándose en la limpieza de la cera y en el control de las infecciones. Una de las cosas que me más llamó la atención del manual, es que no nos aproxima excesivamente a lo que tenemos debemos recomendar al paciente, sino en lo que tenemos que hacer nosotros: cómo hacerlo bien. Algo (o mucho) hay siempre que mejorar. Resalta el papel del enfermero en el cuidado de los oídos, su formación específica y la consecuente reducción de las remisiones al segundo nivel.

En la valoración de lado humano, hace hincapié en que muchos pacientes no oyen bien, o incluso pueden tener otros déficit comunicativos (personas mayores con demencia, Alzheimer). A parte de la formación específica, el profesional sanitario debería tener ciertas habilidades comunicativas que aseguren una comunicación efectiva. Pone el ejemplo de los pacientes que no hablan inglés, en nuestro caso serían los pacientes que no hablan español, que en Torrevieja tenemos muchos. Si ya cuando hablas un idioma que no es el tuyo, hablas como "para adentro", el hecho de tener que comunicarte en ingles en un tono más alto y pronunciando bien (cuando ni si quiera sabes si las pronunciación de la palabra es correcta), es bastante vergonzoso. Eso al principio, claro, después de diez años pierdes la vergüenza.

Contiene siete apartados y sus apéndices correspondientes en relación con:
  • La formación del profesional sanitario que realiza el cuidado de los oídos.
  • La evaluación del oído.
  • El tratamiento del cerumen
  • La extracción instrumental del cerumen.
  • El lavado ótico.
  • El uso del microscopio y la aspiración.
  • El control de infecciones.
Curiosamente, al leer el documento vi el término dry mopping, creo nunca lo había escuchado. El dry mopping lo recomiendan tras la realización de lavado ótico para secar remanente de agua del oído y minimizar el riesgo de infecciones. No sé si no lo había leído nunca, o no me había fijado...porque ya nací (profesionalmente hablando) en la época de la microaspiración.

¿Y qué es el dry mopping?

Lo tenéis muy bien descrito y detallado aquí, pero básicamente hace referencia a la limpieza de las secreciones del oído en casos de otitis supurada con una "lanza de servilleta de papel". La técnica debe hacerla un profesional sanitario, enrollando la punta de una servilleta de papel hasta que se haga un "churro" muy fino (tipo cola de rata). Se corta la punta para que quede más flexible, y después de hacer la otoscopia se introduce el papel unos 2-3 cm en el conducto auditivo. Se deja en el conducto unos 3-5 minutos para que absorba el pus, pudiendo repetir el procedimiento hasta que el pañuelo salga seco. No vale para la limpieza de cera.

En este estudio del The Journal of Laryngology & Otology de este mismo año, el dry mopping mejoraba temporalmente la audición en niños con otitis media crónica supurativa. Y si el niño necesita aplicarse gotas, mejor con el oído lo más limpio posible. En realidad no siempre tenemos a mano un otorrino aspirador en mano.

Os dejo subido el documento a la carpeta del Drive.
Feliz fin de semana, y gracias por leerme.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Por qué a los otorrinos no nos gustan los bastoncillos: otros usos

A los otorrinos no nos gustan los bastoncillos. Mejor dicho, no recomendamos la limpieza de cera con bastoncillos, creo que también lo dije en las entrevistas del verano. 
Estaréis pensando: si los bastoncillos son "para los oídos", ¿por qué no podemos limpiarnos los oídos con ellos? Pero a mí se me ocurre otra pregunta: ¿de quién fue la idea de limpiarse los oídos con bastoncillos?



La invención del bastoncillo se atribuye a Leo Gerstenzang en 1923. La idea se le ocurrió cuando vio a su mujer poniendo algodones en cepillos de dientes para limpiar el oído de su bebé. Eso le inspiró para fabricar los bastoncillos de una sola pieza. Supongo que sería para limpiar los pliegues del pabellón auditivo, porque un cepillo de dientes parece un poco grande para el conducto de un bebé.

Y efectivamente, la limpieza de los pliegues del pabellón auricular se realiza muy fácil con el bastoncillo, pero nada más. Para limpiarse la cera del conducto, no. La piel de la parte más externa del conducto auditivo tiene pelos, glándulas sebáceas y glándulas ceruminosas. La cera, formada por la secreción de estas glándulas, por piel descamada y por partículas procedentes de la polución, en condiciones de una piel normal, es expulsada hacia el exterior con la ayuda de los pelillos del conducto. En otras palabras, si no hay ninguna alteración en la piel del conducto, la cera se autolimpia. La práctica habitual de limpiar la cera con el bastoncillo no hace más que empujarla para dentro, hacia la parte interna del conducto auditivo, que es más estrecha y no tiene pelos, con lo que queda impactada sobre la membrana timpánica.

¿Y por qué no nos gustan los bastoncillos?
  • El cerumen impactado sobre la parte interna del conducto auditivo y sobre el timpano, es más difícil y doloroso de extraer. 
  • Rascarse o limpiarse los oídos con los bastoncillos puede lesionar la piel del conducto, introducir bacterias y hongos, y favorecer la aparición de otitis externas.
  • El algodón del bastoncillo puede soltarse y quedar dentro del conducto. Sí, parece que no se sueltan, pero lo hacen. Si no, mira este vídeo. En esta otra entrada os hablé sobre un estudio de cuerpos extraños en el oído, y en el tercer lugar estaba nuestro querido algodón del bastoncillo.
  • Si la limpieza es algo brusca, o mientras te estás limpiado te dan un golpe, puedes perforarte el tímpano, y con peor suerte dañarte los huesecillos del oído. En este estudio sobre 197 perforaciones timpánicas traumáticas, la lesión con el bastoncillo del oído ocupa el tercer lugar. En este otro estudio sobre traumatismos auriculares en niños, el bastoncillo fue la causa más frecuente de traumatismo penetrante.

La verdad es que no encontré ningún cuestionario español sobre uso de bastoncillos, pero este estudio del sur de Inglaterra, es alarmante: el 68% de los encuestados usa bastoncillos. Y es que hay una percepción general de que los necesitamos limpiarnos los oídos por dentro: pues no, no y no.

Si has leído esta entrada y te planteas "quitarte" de los bastoncillo, te planteo otros usos que les puedes dar a los que tienes por casa:
  • Con un bastoncillo puedes limpiarte el ombligo, mi madre me lo limpiaba así, y te aseguro que sale sucio. 
  • Con el bastoncillo puedes retirar restos de pegamento cuando aun está fresco (esto me lo enseño mi marido), o puedes también empaparlo en alcohol y limpiar el extremo de algún  cable de conexión cuando te falle, a veces resucita (mi marido también).
  • Puedes modificarte el delineado del ojo si no te quedó bien, empapándolo en un poco de agua micelar. Puedes también quitarte el la máscara de pestañas que te ha manchado el párpado (eso sí, déjala secar primero y luego sale sola, de lo contrario solo te embadurnarás). Con el bastoncillo también puedes limpiarte el exceso de sombra de ojos que te cae sobre la ojera. Si esto te pasa a menudo, te aconsejo que te maquilles antes los ojos que el resto del rostro. 

No puedo despedirme sin enseñaros los mejores bastoncillo para uso cosmético, los encontré en Primark: tienen un lado más fino y otro más aplanado, ideales para lo que os cuento. 



¿Se os ocurre algún otro uso no otológico?

REFERENCIAS:
  • Steele BD, Brennan PO. A prospective survey of patients with presumed accidental ear injury presenting to a paediatric accident and emergency department. Emerg Med J. 2002 May;19(3):226–8. 
  • Lee LM, Govindaraju R, Hon SK. Cotton bud and ear cleaning--a loose tip cotton bud? Med J Malaysia. 2005 Mar;60(1):85–8. 
  • Nagala S, Singh P, Tostevin P. Extent of cotton-bud use in ears. Br J Gen Pract. 2011 Nov;61(592):662–3. 
  • Hempel JM, Becker A, Müller J, Krause E, Berghaus A, Braun T. Traumatic tympanic membrane perforations: clinical and audiometric findings in 198 patients. Otol Neurotol. 2012 Oct;33(8):1357–62. 
  • Gil-Carcedo LM, Vallejo LA. El Oído externo. Majadahonda, Madrid: Ediciones Ergon; 2001.