Los médicos especialistas solemos
tener la mentalidad de "reparar y listo", y nos esforzamos poco en
las medidas de prevención. Como otorrinos insistimos, por ejemplo, en evitar el tabaco y el alcohol
(prevención primaria), e intentamos diagnosticar precozmente las enfermedades
(prevención secundaria). Sin embargo, en lo referente a la prevención terciaria
nos quedamos a mitad de camino. Si hablamos de la prevención cuaternaria, la tenemos más que olvidada. Entendemos como prevención cuaternaria las actividades que llevamos a cabo para prevenir o disminuir las consecuencias de intervenciones (pruebas, tratamientos...) innecesarias o excesivas.
Pongo el ejemplo de la enfermedad de Menière. Hacemos un diagnóstico, instauramos el tratamiento, y al paciente le recomendamos "de carrerilla" el evitar las sustancias excitadoras (café, te...), seguir una dieta pobre en sal y evitar el estrés. En otras palabras, nos desligamos de otras recomendaciones que disminuyan las limitaciones físicas, funcionales y sociales causadas por la propia enfermedad (prevención terciaria).
Un
estudio reciente encuestó a 183 pacientes afectos de enfermedad de Menière de
larga evolución. Se les preguntó sobre las condiciones, actitudes o trucos que
les ayudaban a prevenir o aliviar los síntomas de su enfermedad. Del siguiente
cuadro podemos extraer un montón de conclusiones y de recomendaciones para
nuestros pacientes. Y aún hay más, es genial que el 45% de los pacientes opinen que su actitud positiva ante la enfermedad les ayuda.
Los más críticos pueden pensar que tal vez haya una evidencia insuficiente para hacer tal o cual recomendación. No obstante muchas de ellas, sin duda, incrementarían su bienestar y mejorarían su salud. Pienso que tenemos mucho que aprender de los médicos de Atención Primaria, es hora ya de cambiar...
BIBLIOGRAFÍA
Kentala E, Levo H, Pyykkő I. How one hundred and
eighty three people with Menière’s disorder relieve their symptoms: a random
cohort questionnaire study. Clin Otolaryngol. abril de 2013;38(2):170-4.
Aurora, me ha gustado la entrada a tu blog. La verdad que en la mayoría de las ocasiones los médicos especialistas hospitalarios solo se quedan en los dos primeros escalones de la prevención con la primaria y la secundaria, y la terciaria queda en mano de los profesionales de Atención Primaria. Me ha gustado tu frase: "Pienso que tenemos mucho que aprender de los médicos de Atención Primaria, es hora ya de cambiar...". Todos los profesionales podemos aprender lo mejor de los demás. Los profesionales de AP nos dedicamos a más que la propia asistencia sanitaria, tenemos actividades de promoción, prevención, rehabilitación, salud pública. Trabajamos con todas las personas ya sean sanas, con una enfermedad aguda o crónica. Nuestra intervenciones y asistencia es integral porque no parcelamos al paciente en distintas partes, órganos o sistemas. Nuestra asistencia es longitudinal a lo largo de la vida del paciente, en las diferentes etapas de la vida del mismo (embarazo, nacimiento, edad escolar, adolescencia, madurez, ancianos y terminales) y en múltiples contactos en diferentes ámbitos: en el centro de salud o en el propio ámbito del paciente que es su domicilio ya sea atención programada, a demanda o urgente. Somos el nivel asistencial más cercano a la persona y nuestra relación se basa en aspectos como la confianza y la comunicación motivacional. Muchas gracias por tus palabras a favor de la Atención Primaria.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. "Comunicación motivacional", me quedo con las palabras, :)
EliminarEstoy aquí para dar mi testimonio de cómo me curé del VIH, me comuniqué con mi VIH a través de una cuchilla. Una amiga mía usa la cuchilla para pelar sus uñas y la deja caer donde la usa, así que después de que se fue, supe lo que me vino, miré mis uñas, mis uñas eran muy largas y tomé la cuchilla que ella solo usé sus propias uñas para cortarme las uñas de mis dedos, ya que mantenía mis nombres, me lastimé por error. Incluso me preocupé por eso, así que cuando llegué al hospital la semana siguiente, cuando estaba enfermo, el médico me dijo que soy VIH positivo, me pregunté de dónde lo había sacado, así que recordé cómo uso la cuchilla de mi amigo para cortar. fuera de mi mano, así que me siento tan triste en mi corazón hasta el punto que ni siquiera sé qué hacer, así que un día que estaba pasando por Internet conocí el testimonio de una dama que todos hablan de cómo se curó un médico llamado DR Imoloa, así que rápidamente le envié un correo electrónico al médico y él también me respondió y me dijo los requisitos que proporcionaré y lo hago de acuerdo con su comando, me preparó un medicamento a base de hierbas que tomé. Me envió un mensaje la semana siguiente diciéndome que debería hacerme una prueba, lo cual hice para mi propia sorpresa y descubrí que era VIH negativo. También se ha curado de todo tipo de enfermedades incurables como: enfermedad de Huntington, acné de espalda, insuficiencia renal crónica, enfermedad de Addison, enfermedad crónica, enfermedad de Crohn, fibrosis quística, fibromialgia, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad micótica de las uñas, parálisis, enfermedad de Celia, linfoma. , Depresión mayor, melanoma maligno, manía, melorreostosis, enfermedad de Meniere, mucopolisacaridosis, esclerosis múltiple, distrofia muscular, artritis reumatoide, enfermedad de Alzheimer y muchas más. Gracias a él una vez más el gran doctor que me curó el dr. Imoloa, por lo que también puedes enviarle un correo electrónico a través de drimolaherbalmademedicine@gmail.com o whatsapp al +2347081986098. / sitio web- www.drimolaherbalmademedicine.wordpress.com. Dios te bendiga, señor.
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