viernes, 9 de agosto de 2013

Otra entrada más sobre la otitis externa

Qué sería de un blog sobre Otorrinolaringología sin una entrada veraniega sobre otitis externa. Qué repetitivo, ¿no?

La Sociedad Americana de Otorrinolaringología, ha publicado en 2006 una guía de práctica clínica sobre el tratamiento de la otitis externa aguda bacteriana. El tratamiento inicial de elección para la otitis externa aguda no complicada son los antibióticos tópicos, asociados a antiinflamatorios y/o analgésicos. Se añadirán antibióticos orales para los casos en los que la inflamación se extiende a tejidos periauriculares, o el paciente tiene determinados factores de riesgo como diabetes, inmunodeficiencia o haber recibido radioterapia en la zona.


Aún sabiendo esto, aún vemos pacientes en consulta que han recibido sólo tratamiento con el antibiótico por vía oral. El tratamiento con antibióticos orales alarga el tiempo de resolución del cuadro cuando se compara con las gotas tópicas, y debería reservarse para los casos descritos anteriormente o para la incapacidad de aplicar gotas tópicas. En este estudio sobre las prácticas de médicos de Atención Primaria en el Reino Unido, se puede ver la gran variación en la práctica en el tratamiento de la otitis externa: sólo el 14% de los pacientes remitidos al especialista habían sido tratados únicamente con gotas tópicas, mientras que el 44% fueron tratados con gotas y con antibiótico oral.

Ya tenemos claro que el tratamiento de elección son las gotas de antibiótico, ¿pero qué gotas? Según esta revisión de la Cochrane, no parece haber diferencias entre utilizar un antibiótico tópico u otro, ni si es más efectivo utilizar gotas que lleven asociado un corticoide. Si hay perforación timpánica o el paciente tiene unos drenajes transtimpánicos, se sugiere la utilización de gotas que no ototóxicas. Si recordáis, ya hablamos en el blog de las gotas y los oídos perforados.

Hay que tener en cuenta que las gotas con aminoglucósidos, particulamente la neomicina, pueden producir hipersensibilidad en la piel del conducto (hasta en el 15% de los pacientes). Se manifiesta con prurito intenso, un rash maculopapular o eritematoso y ocasionales vesículas. Las gotas con benzocaína el tratamiento del dolor tampoco han demostrado ser beneficiosas, incluso se sugiere que limitan el contacto entre las gotas de antibiótico y la piel del conducto.

Si las gotas no pueden actuar, bien porque el conducto está repleto de secreciones o porque está completamente obliterado, el paciente puede ser remitido al especialista para la limpieza del conducto y/o para realizar una cura oclusiva. Habitualmente colocamos un Merocel® ótico o una gasa orillada. El Merocel® se expande dentro del conducto y actúa como vehículo para las gotas al empaparse en ellas. Solemos recitar al paciente en 48-72 horas para retirar el taponamiento, aunque muchas veces se cae solo al bajar la inflamación del conducto. En este artículo se las ingenian para pasarle unas sedas al Merocel® y fijarlas a la mejilla, para que sea el propio paciente el que se retire el taponamiento cuando lo indique el médico.


Es recomendable que los pacientes no se mojen el oído durante los siete o diez días que dura el tratamiento. Los nadadores de competición podrían volver a la piscina tras dos o tres días de tratamiento, con unos tapones para los oídos si el dolor se ha resuelto. Los pacientes con audífonos deberían de prescindir de ellos hasta que la otorrea haya desaparecido.


También podríamos recordar...
  • Especialmente en niños, la otorrea y el dolor persistente puede deberse a un cuerpo extraño.
  • El dolor y la inflamación que se extiende más allá del conducto auditivo externo, asociado a malestar general puede deberse a una pericondritis.
  • En pacientes mayores diabéticos, inmunodeprimidos o que hayan recibido radioterapia en la zona, ante la presencia de una otitis externa que no evolución bien, sobre todos si asocia parálisis de pares craneales, pensaremos en una otitis externa malina. Es característico la presencia de granulaciones/ulceraciones en el conducto.
  • En la otomicosis el síntoma predominante es el prurito, con menos edema de conducto. En la otoscopia se ve un material blancogrisáceo, espeso y grumoso.

Aprovecho para compartir esta fantástica exposición del tema de la otitis externa en 8 minutos.


BIBLIOGRAFÍA
  • McWilliams CJ, Smith CH, Goldman RD. Acute otitis externa in children. Can Fam Physician. noviembre de 2012;58(11):1222-4-
  • Schaefer P, Baugh RF. Acute otitis externa: an update. Am Fam Physician. 1 de diciembre de 2012;86(11):1055-61.
  • Rosenfeld RM, Brown L, Cannon CR, Dolor RJ, Ganiats TG, Hannley M, et al. Clinical practice guideline: acute otitis externa. Otolaryngol Head Neck Surg. abril de 2006;134(4 Suppl):S4-23.
  • Walton L. Otitis externa. BMJ. 2012;344:e3623.
  • Pabla L, Jindal M, Latif K. The management of otitis externa in UK general practice. Eur Arch Otorhinolaryngol. marzo de 2012;269(3):753-6.
  • Garas G, Persaud RAP. The modified Merocel(®) pope ear wick in severe acute otitis externa management. Clin Otolaryngol. febrero de 2012;37(1):85-6.

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