El sentido de la audición es esencial para el desarrollo cognitivo y del lenguaje del niño; también es importante para su relación con el medio, su adaptación social y rendimiento escolar. Una audición correcta o útil va a definir su carácter, su capacidad para comunicarse y será determinante para la futura integración laboral.
Uno de cada mil recién nacidos va a padecer una hipoacusia o pérdida de audición severa o profunda, y si consideramos cualquier grado de pérdida auditiva serán cinco de cada mil niños. En los recién nacidos con algún factor de riesgo para hipoacusia estas cifras son más elevadas (4% para pérdidas severas). Nuestros esfuerzos deben de ir encaminados a identificar, tratar y rehabilitar lo antes posible a los niños con un déficit auditivo, permitir el desarrollo del lenguaje oral y conseguir su integración social.
En el número de agosto de The Hearing Journal han publicado "Los diez mandamientos de la salud auditiva pediátrica", un artículo con el que he disfrutado mucho. Me he permitido comentarlos en esta entrada.
1. La audición es la clave (Audibility is king).
La audición a tiempo completo para todas las frecuencias debe de ser unos de los derechos fundamentales del niño con pérdida auditiva. La audición no garantiza la comprensión; pero podemos asegurar, que para un niño que intenta desarrollar un lenguaje hablado no habrá comprensión sin audición.
2. A quien madruga dios le ayuda (Early bird gets the worm).
La intervención temprana es esencial para el niño con hipoacusia. Mejor lo recordamos así: 1-3-6 meses (cribado, evaluación y tratamiento). De este modo aprovecharemos el periodo de mayor plasticidad cerebral, potenciando la estimulación auditiva, tan importante para la adquisición del lenguaje oral, desarrollo emocional y relación social.
3. Ojos abiertos, oído activados (Eyes open, ears on).
De nada vale que dotemos a los niños de la tecnología más novedosa si no se le da un uso efectivo. Durante el primer y segundo año de vida, muchos niños solo utilizan el audífono unas pocas horas al día. Es nuestra responsabilidad informar, orientar, educar y animar a los padres para que se impliquen en el uso del audífono a tiempo completo.
4. La madre es quien mejor sabe (Mother knows best).
La estimulación auditiva de una madre (o padre) "superstar" puede lograr resultados espectaculares en el desarrollo del niño con un déficit auditivo, logrando que despliegue y alcance su mayor potencial.
5. Sube el volumen de la radio (Turn up the radio).
El 90% de lo que oyen los niños es a través de una audición accidental, de lo que escuchan en un ambiente que es por norma ruidoso. Los sistemas de ampliación por radiofrecuencia son una gran ayuda en la rutina diaria de los niños con problemas auditivos.
6. Aspira a lo mejor (Shoot for the moon).
Lo bueno es enemigo de lo grande (o lo genial), poco más que decir. No nos conformemos, trabajemos siempre para mejor y por más.
7. Valida, verifica (V-squared)
Es inútil que compremos la mejor tecnología posible, si no la validamos y verificamos. A parte de las comprobaciones técnicas, entre las herramientas de validación también se incluyen cuestionarios, informes de los padres y evaluaciónes del lenguaje y del habla.
8. Trabaja conjuntamente (Work together).
El diagnóstico y tratamiento del niño sordo debe de ir enmarcado dentro de una colaboración interinstitucional e interdisciplinar, con una intervención coordinada y sin olvidar el apoyo psicológico y social.
9. Sé un empollón tecnológico (Be a techie nerd).
Los audiólogos necesitan estar a la última en los avances tecnológicos. Solo así nos se asegurarán de aprovechar estos avances al máximo en beneficio del niño con déficit auditivo.
10. Muévete en un mar de palabras (Ride on a sea of words).
Es fundamental optimizar el entorno acústico del niño. Los padres tienen que estar motivados para crear una cúpula de palabras inteligibles alrededor del niño con hipoacusia. Sería ideal que se convirtieran en comentaristas de radio, radiando cada acción cotidiana, incluso las más sencillas.
Después de leer la entrada, ¿se te ocurre alguno más?.
Fuente: The Hearing Journal.
1. La audición es la clave (Audibility is king).
La audición a tiempo completo para todas las frecuencias debe de ser unos de los derechos fundamentales del niño con pérdida auditiva. La audición no garantiza la comprensión; pero podemos asegurar, que para un niño que intenta desarrollar un lenguaje hablado no habrá comprensión sin audición.
2. A quien madruga dios le ayuda (Early bird gets the worm).
La intervención temprana es esencial para el niño con hipoacusia. Mejor lo recordamos así: 1-3-6 meses (cribado, evaluación y tratamiento). De este modo aprovecharemos el periodo de mayor plasticidad cerebral, potenciando la estimulación auditiva, tan importante para la adquisición del lenguaje oral, desarrollo emocional y relación social.
3. Ojos abiertos, oído activados (Eyes open, ears on).
De nada vale que dotemos a los niños de la tecnología más novedosa si no se le da un uso efectivo. Durante el primer y segundo año de vida, muchos niños solo utilizan el audífono unas pocas horas al día. Es nuestra responsabilidad informar, orientar, educar y animar a los padres para que se impliquen en el uso del audífono a tiempo completo.
4. La madre es quien mejor sabe (Mother knows best).
La estimulación auditiva de una madre (o padre) "superstar" puede lograr resultados espectaculares en el desarrollo del niño con un déficit auditivo, logrando que despliegue y alcance su mayor potencial.
5. Sube el volumen de la radio (Turn up the radio).
El 90% de lo que oyen los niños es a través de una audición accidental, de lo que escuchan en un ambiente que es por norma ruidoso. Los sistemas de ampliación por radiofrecuencia son una gran ayuda en la rutina diaria de los niños con problemas auditivos.
6. Aspira a lo mejor (Shoot for the moon).
Lo bueno es enemigo de lo grande (o lo genial), poco más que decir. No nos conformemos, trabajemos siempre para mejor y por más.
7. Valida, verifica (V-squared)
Es inútil que compremos la mejor tecnología posible, si no la validamos y verificamos. A parte de las comprobaciones técnicas, entre las herramientas de validación también se incluyen cuestionarios, informes de los padres y evaluaciónes del lenguaje y del habla.
8. Trabaja conjuntamente (Work together).
El diagnóstico y tratamiento del niño sordo debe de ir enmarcado dentro de una colaboración interinstitucional e interdisciplinar, con una intervención coordinada y sin olvidar el apoyo psicológico y social.
9. Sé un empollón tecnológico (Be a techie nerd).
Los audiólogos necesitan estar a la última en los avances tecnológicos. Solo así nos se asegurarán de aprovechar estos avances al máximo en beneficio del niño con déficit auditivo.
10. Muévete en un mar de palabras (Ride on a sea of words).
Es fundamental optimizar el entorno acústico del niño. Los padres tienen que estar motivados para crear una cúpula de palabras inteligibles alrededor del niño con hipoacusia. Sería ideal que se convirtieran en comentaristas de radio, radiando cada acción cotidiana, incluso las más sencillas.
Después de leer la entrada, ¿se te ocurre alguno más?.
Fuente: The Hearing Journal.
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