Hace unos días leí una noticia sobre ingenieros de la Universidad de Cornel, que utilizaron técnicas de impresión 3D para fabricar un pabellón auricular. Al parecer utilizaron una base de colágeno, sobre la que crecieron condrocitos (células del cartílago) auriculares bovinos.
En un futuro, estos pabellones sintéticos podrían sustituir a las epítesis o a las cirugías complejas que se utilizan para la reconstrucción completa del pabellón auricular.
Fuente de las imágenes: Medgadget Español
¿Sabías qué...?
El pabellón auricular comienza a formarse en el día 33-36 de la vida intrauterina, y en la semana decimoctava ya tiene la forma que conocemos.
El pabellón crece desde el nacimiento. El crecimiento se estabiliza y finaliza en torno a los 15-20 años. La edad a la que más rápido nos crecen las orejas es entre los 2-3 años. En edades avanzadas lo que más nos crece son los lóbulos de la oreja (a parte de los pelos del conducto auditivo).
Aunque el pabellón es una estructura par, no es una estructura simétrica. Uno de cada tres niños tiene un pabellón unos 6 mm más largo que el otro. A medida que cumplimos años la diferencia o la asimetría es menor; y a los 18 años, soló una de cada diez personas tiene una diferencia de tamaño entre los pabellones de entre 2 a 4 mm. La asimetría también puede ser en la posición: hasta la mitad de los adultos tiene una oreja más adelantada que la otra (más de "soplillo").
Al pabellón de damos diferentes usos: nos sujetamos las gafas y el pelo, o le damos tirones en los cumpleaños (y más usos...también sensuales). Pero las dos funciones genuinas del pabellón de la oreja son dos: localizar y amplificar el sonido. Al estar las orejas a ambos lados de la cabeza, el sonido llega con una diferencia temporal y de fase, lo que nos sirve para localizar el sonido en el plano horizontal. Los pliegues que tiene la oreja nos ayuda a localizar el sonido en el plano vertical. También actúa como amplificador del sonido, sobre todo para frecuencias comprendidas entres 500-4000 Hz.
El tubérculo de Darwin es un engrosamiento del borde libre del pabellón. No está presente en todas las personas, y hay gran variabilidad en cuanto al tamaño y la forma. En ocasiones tiene forma alargada y puntiaguda, lo que hace que estas orejas se llamen "orejas de macaco" u "orejas de sátiro". De manera común se dice que es un resto evolutivo de las orejas puntiagudas de los mamíferos, teoría que no es apoyada por los más científicos.
Gracias tod@s l@s compañer@s por prestarme sus orejas.
BIBLIOGRAFÍA
- Gil-Carcedo LM, Vallejo LA. El Oído externo. Majadahonda, Madrid: Ediciones Ergon; 2001.
- Gil-Carcedo LM, Vallejo LA, E. Gil-Carcedo. Otologia / Otology. Editorial Medica Panamericana SA de; 2011.
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